El hombre de la barra de hielo.
" Con el canto y la danza, el hombre se siente pertenecer a una comunidad superior: ya se ha olvidado de andar y hablar, y está a punto de volar por los aires, danzando. Sus gestos revelan una encantadora beatitud ... también la voz del hombre suena importante y hermosa como algo sobrenatural: el hombre se siente dios: su actitud es tan noble y plena de extasis como las de los dioses que ha visto en sus ensueños. El hombre no es ya un artista, es él mismo una obra de arte... la unidad primordial se revela aquí bajo el estremecimiento de la embriaguez ... y a los golpes del buril del artista de los mundos dionisiacos, responde al grito de los misterios eleusinos: - ¿Os arrodilláis millones de seres? ¿Mundo presientes al Creador?" Friedrich Nietzsche, El origen de la Tragedia [griega].